He ahí la parte compleja de mi ser. Trataré de explicarme rápidamente. Seguid leyendo.
La vida me golpió mucho, demasiado, cuando llegué a la adolescencia. A mis cortos 16 años, me enamoré, tuve mi primer novio el cual me engañó numerosas veces, descubrí lo que se siente cuando tus amigas te dan la espalda, y me di cuenta que, por más que haga lo que haga, parte de mi familia jamás me aceptaría como era. También conocí a la depresión. Episodios que duraban de unos días hasta semanas o meses. Episodios que prefiero no recordar porque la depresión te lleva a hacer cosas que jamás pensarías con una cabeza sana. Esa época de mi vida fue muy oscura. Tan oscura que hasta el día de hoy, 10 años después, aún tengo miedo a volver a caer en esa oscuridad.
Creo yo que esa es la razón por la cual no dejo a mucha gente entrar a mi vida. Porque tengo miedo... miedo a que me dañen... miedo a volver sufrir.
Desde ese entonces, me he vuelto a enamorar un par de veces. Una vez fue de un muchacho que desde un principio supe que no iba a funcionar. Fue una "relación" corta y muy volátil. Volátil tal vez porque él era bipolar, o porque simplemente yo era demasiado terca para salirme de esa situación. Pero al final terminó, y hoy no lo recuerdo ni con rencor ni con ternura... pero con una simple indiferencia. También me enamoré de un muchacho con el que mantuve una relación muy larga... todos pensaban que nos íbamos a casar y que tendríamos la casa perfecta con los niños y perro incluídos. Pero la realidad era muy distinta. La realidad es que yo no lo amaba. Y así como empezó, se terminó.
Pero volvamos al hoy. El hoy por hoy. Hoy día, 10 de Octubre. El día en que me dí cuenta que la cagué. Porque a pesar de poner barreras en el camino, a pesar de estar siempre a la defensiva, a pesar de no dejarme conocer, dejé entrar a alguien a mi vida al cual creo querer. Y aún me cuesta mucho ponerlo en palabras y reconocerlo pero la cagué. No sé si estoy enamorada (la verdad es que no me gusta mucho esa palabra) pero bajé mis defensas por solo un segundo y la cagué. La cagué porque es un sentimiento que penosamente no es correspondido. Porque es un sentimiento que no va a llevar a nada bueno y porque de todas las personas en este mundo tuvo que ser él. La cagué.
Tenía que decírselo al mundo. La cagué.
Bueno, tampoco hay que fustigarse. Uno quiere y querer nunca es malo,y si no es correspondido hay que superar esa pena.
ReplyDeletePor cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita